A pesar de la llovizna con la que nos recibió la ciudad, poniéndole buena energía se pueden mantener los planes que teníamos para el primer día en Oporto ☔️ Primero desayuno en un clásico: @majestic_cafe, si bien es un poco caro vale como un gustito.
Caminando desde el centro, cruzamos la parte inferior del Puente Luis I para llegar hasta la bodega @cavescalem. El pase completo de €16 incluye acceso al museo interactivo, visita guiada por la cava y degustación de tres vinos. Hay una opción más económica que sólo incluye dos vinos.
Desde ahí se caminan unas cuadras hasta la base del teleférico. El pase individual es de €6 para llegar hasta lo alto del puente y volver a cruzarlo a pie en dirección al centro.
Otra opción para terminar el día es, desde Infante, tomar el tranvía o el colectivo 500 hasta el Farol de Felgueras, el punto exacto en donde el rio Duoro se une con el Atlántico.
Otros dos recomendados foodie de Oporto son los platos con bacalao de @bacalhauporto con sidra y vista al río y las pizzas súper finitas y sabrosas de @prestopizzabaixa acompañadas de vino verde.
@livraria.lello fue elegida como una de las más hermosas del mundo (aunque nosotros tenemos nuestro ❤️ con @yenny_elateneo Gran Splendid). Si las fotos te suenan familiares es porque JK Rowling, la autora de #HarryPotter la tomó de inspiración para crear parte de ese mundo mágico.
Es tanta la gente que quiere entrar a conocerla que se debe comprar un ticket al lado, cuesta €5. Ese valor puede descontarse de la compra de libros, no de merchandising. Las filas para entrar suelen ser larguísimas, entre 45 minutos y dos horas. Siempre conviene chequear en Google antes de ir ya que indica la cantidad de público que tienen el lugar en comparación a los promedios habituales (nosotros ingresamos directo sin esperar).

Otra de las maneras de conocer Porto si el clima no acompaña es usando el tranvía. Hay tres recorridos diferentes por distintos sectores de la ciudad. El pasaje cuesta €3,50 y si es ida/vuelta €6. Con el ticket se accede a un 30% de descuento en el Museo del Tranvía. Nosotros lo tomamos en la costa, parada Monchique, muy cerca del Palacio de Cristal. Fuimos hasta el final del recorrido y de ahí caminamos una cuadra al Farolim de Felgueras.
Último día en Porto y decidimos, paraguas en mano, ir hasta el Palacio de Cristal. Funciona como centro de convenciones y arena para recitales. Sus jardines son de acceso libre y sin mascotas. Sobre el final, cerca del rio, está el laberinto del jardín de los sentimientos.
De ahí viajamos un rato hasta la costa del Atlántico para ver las playas que en verano explotan de gente. Frente al Parque de la Ciudad está el Castelo do Queijo que no tiene visitas abiertas al público. Desde 1975 fue entregado a la Asociación de Comandos del Norte. Para terminar el día pasamos por la cervecería @gazelacachorrinho para un tradicional cachorrinho con salsa picante 🍻
