Basada en la biografía ‘Queen of Scots: The True Life of Mary Stuart’ de John Guy, la película dirigida por Josie Rourke y escrita por Beau Willimon no fue del todo reconocida en cuanto a premios. La cinta, protagonizada por Saoirse Ronan (María Estuardo) y Margot Robbie (Reina Isabel I), posee un bello trabajo de vestuario y peinado, además de un cuidado diseño de producción. El viaje al pasado es instantáneo.
Estamos en el 1500 cuando María I de Escocia, única hija legítima de Jacobo V, sucede a su padre con solo seis días de vida. Ella sería reina de la isla entre 1542 y 1567. Pero lo que María en realidad reclama es su herencia al trono inglés: quiere ser nombrada la sucesora de Isabel en caso de que ella fallezca. La imposibilidad de un acuerdo a lo largo de los años (en donde además de traiciones el conflicto central se da entre las iglesias católica y protestante) llevará a una guerra civil. En una sociedad machista hasta la médula, es difícil que las voces de estas dos mujeres se hagan oír. “¿Cómo el mundo llegó a esto, con hombres sabios sirviendo a los caprichos de las mujeres?”, se pregunta en un momento uno de los consejeros. Capaz deberían haberlas escuchado más a ellas antes que complotar tanto en los pasillos de los palacios.
Primas distantes, sin conocerse pero enfrentadas por el poder de la corona, Isabel acepta convertirse en la madrina del hijo de Maria, Jacobo, futuro sucesor al trono. Pero para complicar aún más el panorama, tras su segundo matrimonio la iglesia protestante termina por ponerse definitivamente en contra de María y los fanáticos religiosos piden incluso su muerte. Sus consejeros le sugieren abdicar para proteger su vida. Ella se negará a esa posibilidad. “Lo único que quise fue reunificar estas tierras”, asegura María, quien encontró en Ronan una actriz a la altura de las circunstancias (el acento que logró es preciso más allá de algunas fluctuaciones con el correr de la cinta). El elenco se completa con Brendan Coyle, Ian Hart, David Tennant y Guy Pearce.
Por Damián Serviddio