Cuando hace unos cinco años nos enteramos que la peli Fargo iba a tener su adaptación en formato serie, algunos dudamos un poco. Luego se supo que los hermanos Coen iban a estar involucrados, trascendió parte del elenco y la cosa ya pintaba mucho mejor. La realidad es que la primera temporada de la serie es un festival de violencia, tramas enredadas y los clásicos personajes de los Coen. La combinación de frialdad, meticulosidad y humor negro que Billy Bob Thorton le imprime a su sicario Lorne Malvo es simplemente perfecta. A Martin Freeman interpretando al agente de seguros Lester Nygaard uno lo odia y lo compadece por igual, aunque siempre estemos del lado de la detective Molly Solverson a cargo de la genial Allison Tolman (quien por momentos nos recuerda a la protagonista de la historia original que encarnó Frances McDormand).
A lo largo de los diez episodios (son temporadas autoconclusivas) vamos descubriendo de qué modo se unen los crímenes ocurridos en el pequeño poblado de Bemidji con los acontecimientos que tienen lugar en Duluth y con la mafia de Fargo en Dakota del Norte. La inoperante policía local hace que una mujer acompañada sólo por su convicción pase casi un año intentando resolver el caso.
Las temporadas 2 y 3 también están disponibles en Netflix.