El destino exclusivo del sudeste asiático tomó esta decisión respecto al turismo extranjero debido a la pandemia del Covid-19. El turismo interno fue rehabilitado a mediados de julio. Recordemos que gran parte de los ingresos de la isla provenienen del turismo: sólo el año pasado Bali recibió a más de seis millones de viajeros del todo el mundo.

Si bien el plan original era volver a cierta normalidad dentro de esta industria a partir de septiembre, debido al aumento de los contagios las autoridades decidieron dar marcha atrás con la apertura. «Seguimos siendo una zona roja. La situacion no e spropicia para que venga turistas extranjeros a Indonesia», declaró el gobernador de Bali, Wayne Koster, a la agencia de noticias Bloomberg. Indonesia tiene más de 155.000 contagios a nivel nacional y casi 6.800 fallecidos desde el inicio de la propagación del coronavirus.