Una semana calurosa por demás en Lima. Si bien ya conocíamos la ciudad, nunca nos habían tocado días con temperatura tan elevada, esas jornadas en donde la bruma matinal y el cielo un poco nublado engañan y juegan una mala pasada a quienes salen sin protector. En la búsqueda por conocer lugares poco turísticos y que no hubiéramos visitado antes, desde la Avenida Salaverry y Alberto del Campo nos tomamos un colectivo con destino al mercado de Magdalena del Mar, un predio de más de una manzana en donde es posible conseguir de todo. Sin exagerar. Porque las frutas eran nuestro objetivo, pero sin solución de continuidad se suceden puestos de ropa, carnicerías, especias, artículos de decoración, legumbres, pescaderías, bazar y cotillón. Todo junto y en un mismo lugar.


Recién llegados al mercado de Magdalena probamos un dulce típico, el beso de moza. Una suerte de galletita con copo de merengue y bañado en chocolate. Con el calor que hacía en Lima ese mediodía, tampoco nos pudimos resistir a la tentación del puesto de buñuelos de yuca acompañados por una chicha morada bien fría. Delicioso es quedarse corto. Entre otras propuestas, los frutos secos también tienen su lugar destacado en el mercado. Para los más valientes, leche de tigre al paso. Este clásico peruano se elabora con pescado y mariscos, sal, pimienta, ajo, jengibre, limas, cilantro, cebolla morada, leche evaporada, caldo de pescado y ají. Nosotros fuimos por la variedad frutal: papaya, aguaymanto, dátiles, pitahaya, granadilla, carambola, granada y tunas verde y roja.
Texto y fotos: @viajerosapie
Encontrá todos los videos del recorrido por Magdalena desde acá