Isabel es maestra en un orfanato en la India y debe viajar a Nueva York para exponer frente a posibles benefactores el porqué de la importancia de la donación. La suma en juego son dos millones de dólares que harán que los niños que allí estudian, meditan y viven lo hagan en un mejor entorno. Theresa, es todo lo opuesto: una de las empresarias de medios más destacadas de Estados Unidos y quien está interesada en financiar el programa de Isabel. En caso de llegar a un acuerdo, el centro podrá recibir el triple de niños, alejándolos de las calles. Sin embargo, Theresa es una mujer dificil de convencer: tiene otras organizaciones a las que podría donar todo ese dinero. Como parte de conocerse un poco más, invita a Isabel a la boda de su hija. Allí sabremos que ambas mujeres están más conectadas de lo que creían.
“El pasado que nos une” tiene un guión muy bien construído que va revelando sus sorpresas de modo pausado y certero. No debería ser una sorpresa ya que es una remake de “After the wedding”, la película danesa que Susanne Bier dirigió en 2006. Toda una especialista en elaborar este tipo de historias. La propuesta podría haber caído en lo melodramático y por fortuna evita esa tentación. Michelle Williams y Julianne Moore son el pilar en el que se sustenta la cinta, a quienes se le suman los sólidos trabajos de Billy Crudup y Abby Quinn. Creer que se tiene resuelto el pasado cuando nunca nos enfrentamos a él, puede quebrar la estabilidad del presente y modificar nuestra vida. Esa parece ser la premisa que flota en las casi dos horas de duración de una película que celebramos llegue a la salas del país.
Por Damián Serviddio