Emitida originalmente por la BBC Two, la miniserie creada por Allan Cubitt tiene lugar en Belfast, donde dos homicidios con características similares llaman la atención de la policía y los motiva a contactar con la superintendente detective Stella Gibson (una estupenda Gillian Anderson) especialista en este tipo de casos. En paralelo conocemos al terapeuta Paul Spector (Jamie Dornan antes de convertirse en Christian Grey), padre de familia, solidario, comprometido con su trabajo y el asesino en cuestión. No desesperen, no es tremendo spoiler: la historia no gira en torno a descubrir quién es el homicida, sino cómo piensa, cuál será su próxima víctima, qué lo motiva y de qué modo Stella podrá meterse en su mente para adelantarse a sus pasos y, eventualmente, atraparlo.

Los 17 capítulos que componen la historia -divididos en tres temporadas- tienen una duración aproximada de una hora, pero a diferencia de otras propuestas dentro del mismo género, el estilo de narración muchas veces no llevan a consumirlos maratónicamente, sino disfrutando y saboreando cada uno de ellos. El duelo entre dos personalidades tan opuestas pero con puntos de contacto como son las de Stella y Spector, los propios fantasmas de la detective que la llevan a involucrarse las 24 horas del día con el caso y el giro en la trama en la tercera temporada, nos dan un final agridulce. Con ganas de conocer y saber aún más del pasado de Gibson. Si bien la trama tiene un cierre a nivel general, el creador de ‘The Fall’ aseguró que veremos aún más de Stella en el futuro, aunque no sea de modo inmediato.

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