En la primera Nochebuena desde la muerte de su madre, Clara y sus dos hermanos reciben los regalos que ella les dejara encomendados a su marido antes de fallecer. El artefacto que recibe, una especie de huevo metálico, posee una cerradura imposible de quebrantar. Solo será posible abrir y descubrir lo que contiene con la llave adecuada. El padrino de Clara, uno de los grandes inventores de Londres, la pondrá a prueba cuando la conduzca hasta otro mundo en donde cuatro reinos están en busca de la misma llave, pero por diferentes motivos. Descubriendo un lado hasta ahora oculto en la vida de su madre, Clara se embarcará en una aventura enorme para tratar de dar con la pieza que permita terminar con el enfrentamiento entre los líderes de los reinos de las flores, los dulces, los copos de nieve y las atracciones.

“El Cascanueces y los cuatro reinos” es una apuesta fuerte y millonaria de Disney para la época de las fiestas. Con un gran despliegue visual y de producción (las escenografías son imponentes y el trabajo de vestuario, maquillaje y efectos visuales es impecable), algo del espíritu de Narnia se cuela en esta película protagonizada por Mackenzie Foy, quien muchos recordarán como la pequeña Renesmee en el binomio final de la saga Crepúsculo. Keira Knightley está deliciosa en un registro en el que jamás la habíamos visto, y son pocos los minutos que les tocan en pantalla a Helen Mirren o Morgan Freeman pero bastan para cumplir con sus pequeños roles acompañando a la joven heroína.

Dirigida a cuatro manos por Lasse Hallström y Joe Johnston, y basándose no solo en el cuento corto del cascanueces sino también en el ballet, la cinta cuenta con una elaborada y detallista secuencia de danza a cargo de Misty Copeland. Arte en estado puro que deja sin palabras. La intérprete también se encarga de ponerle baile a la secuencia de créditos final. La peli está disponible en Disney+ en idioma original y doblada al español para que sea una verdadera atracción llena de aventuras y humor para toda la familia.

Por Damián Serviddio