Kevin y sus personalidades múltiples siguieron secuestrando adolescentes para luego asesinarlas. Dunn, a quien vimos en la escena final de ‘Fragmentado’ en donde comprendimos que la película formaba parte del mismo universo que ‘El protegido’, está tratando de encontrarlo. Cuando finalmente da con él y terminan recluidos en el mismo centro psiquiátrico, la lucha entre ambos seres que se creían invencibles comenzará a recrudecer. Para evitar spoilers y algunas vueltas de timón que tiene preparadas M. Night Shyamalan, no contaremos mucho más de la historia.

James McAvoy es quien tiene acá el mayor desafío al tener que volver a interpretar a todos los personajes salidos de la mente dividida de su criatura. Son 24 las personalidades que viven en ese cuerpo y en este caso, veremos casi dos decenas de ellas. Un lujo actoral y de un entrega física incomparable. Bruce Willis regresa como Dunn convertido ahora en un vengador nocturno, el ideal para poder enfrentar y detener a la Bestia. Incluso Elijah (Samuel L. Jackson) nos dará datos de su infancia para comprender más sus actitudes de la película anterior, ya que poco sabemos de él en los 19 años que transcurrieron desde el fatídico descarrilamiento de trenes.

Quien se incorpora a esta expansión de mundo de las dos películas anteriores en Sarah Paulson en la piel de Eloise, una psiquiatra especializada en delirios de grandeza y focalizada en pacientes que se creen superhéroes. El mundo de los cómics, de buenos y malvados, tendrá un fuerte peso en el devenir de la trama. Tampoco falta el tradicional cameo del director, esta vez con pequeño gag incluído. Con guiños que los cinéfilos celebran, a ‘Glass’ le sobran unos 25 minutos, algo que se percibe sobre todo en sus escenas finales donde sentimos que estamos dentro de un loop. Allí apela demasiado y de modo reiterado a los cambios de personalidad de Kevin y al ir y venir de la Bestia. El mensaje y la resolución, podrían ser más concretos. La vuelta de tuerca infaltable nos deja pensando qué pasará en el futuro con este universo expandido de Shyamalan.

Por Damián Serviddio