La historia de «La Favorita» nos lleva a comienzos del siglo XVIII cuando la Reina Anna (impecable Olivia Colman, ganadora del Oscar por este rol), frágil físicamente e inestable desde lo psíquico, es la regente de Inglaterra. Su mano derecha, secretaria, consejera y amante es Lady Sarah (Rachel Weisz en todo su esplendor maquiavélico), quien de verdad mueve los hilos y el destino del Reino Unido desde las sombras. Una tarde, una nueva sirvienta se presenta en el castillo: Abigail (Emma Stone apelando a su timing cómico). Prima de Sarah pero caída en desgracia, pronto se ganará el amor de la reina a base de carisma y se transformá en la favorita para ser su doncella privada. La guerra de celos y de control sobre la corona iniciará una batalla entre las primas, quienes no se guardarán nada de su armamento en pos de ser la vencedora.

Escrita por Deborah Davis y Tony McNamara, desde el primer plano amamos la forma en que Yorgos encara sus películas: los planos secuencia, la utilización casi excesiva del gran angular, los movimientos de cámara dentro de la misma escena. No apelar a la solemnidad típica de las historias monárquicas también es una bocanada de aire fresco y renovado. Qué decir del trío protagónico, cada una de ellas espléndidas en sus roles. Sin Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weisz, ‘La favorita’ no sería lo que es, o por lo menos jamás lo sabremos.