Lo primero que llama la atención al comienzo de la proyección es que las fanfarrias de Fox siguen presentes aunque en los hechos esta sea la primera peli que tiene su nuevo logo: 20th Century Studios. Todo un cambio en la industria desde que se completó la fusión con su nuevo propietario: Disney. Que la primera película de esta etapa sea dirigida por Chris Sanders no puede ser mera casualidad. El director de Lilo & Stitch, y responsable de otros dos mega éxitos para Dreamworks como lo fueron Los Croods y Cómo entrenar a tu dragón, hace su debut en el live action de manera auspiciosa.

The call of the wild, la novela más memorable de Jack London junto con Colmillo Blanco, es todo un referente a la hora de recrear la época de la fiebre del oro, sus consecuencias y la inclemencia del clima de Alaska. Buck, el perro malcriado de la familia de un juez californiano, es secuestrado por una banda de delincuentes y vendido como animal de carga en el estado más recóndito de Estados Unidos. Aprendiendo a valerse por sí mismo y a luchar por su comida y por un lugar en la manada, de a poco comienza a sentir esa fuerza que lo atrae hacia el lado más primitivo y salvaje de su especie.

El mayor inconveniente que impide de algún modo empatizar rápido con Buck es la artificialidad de su diseño. Al igual que el resto de los animales de la película se nota (demasiado) su construcción por CGI y que no son reales las interacciones con los humanos. A pesar de ello, y avanzado buena parte del metraje, El llamado salvaje se erige como una propuesta cálida y tierna, valorando la amistad, el compañerismo y el esfuerzo de equipo en territorio inhóspito. Ayuda a esto el solvente trabajo de todo el elenco encabezado por Harrison Ford, Omar Sy, Cara Gee, Dan Stevens, Karen Gillan y Bradley Whitford.

Por Damián Serviddio