Ted Bundy: Durmiendo con el asesino

En 1969 Ted Bundy conoce en Seattle a quien sería durante varios años su novia, Liz. Para 1974 una serie de asesinatos de mujeres empiezan a tener un factor en común y se difunde una ilustración del supuesto homicida. La imagen guarda un increíble parecido con Ted, pero nadie de su entorno parece reparar en ello. Bundy es detenido en Utah al año siguiente por no respetar las velocidades máximas con el auto y cuando la policía realiza la pesquisa del mismo encuentran ciertos elementos que lo transforman en el principal sospechoso de los crímenes. Comenzado el juicio, en 1976 se vinculan los crímenes de Seattle con los de Utah y a partir de allí la coartada de Ted es cada vez más endeble. Él afirma que es inocente y que las pruebas fueron plantadas en su contra. ¿Podrá Liz creer lo que le plantea su novio o será ella un elemento fundamental para poner fin a esta matanza de mujeres inocentes?

Con un trabajo muy cuidado para recrear la época, esta película que acaba de llegar a los cines argentinos (y que en algunos mercados debutó directo en Netflix) es el primer largo de ficción del documentalista Joe Berlinger. La decisión de no construir la imagen de villano de Ted desde el comienzo ayuda a que nuestra percepción sobre él vaya cambiando a medida que avanza la investigación. Zac Efron le aporta la cuota exacta de encanto a un hombre que en el fondo era un femicida reincidente bajo el disfraz de padre de familia. Interpretar a uno de los criminales más célebres de la historia policial norteamericana era un gran desafío del que sale airoso. Lo mismo ocurre con Lily Collins quien con solvencia se mete en la piel de Liz, una mujer frágil, inestable emocionalmente y en negación plena a medida que las pruebas en contra de su pareja se vuelven insoslayables. Las participaciones de Jim Parsons, John Malkovich, Kaya Scodelario y Haley Joel Osment terminan de conformar un poderoso cast para el que se convertiría en el primer juicio televisado de Estados Unidos allá por julio de 1979.

Por Damián Serviddio

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