La hora de la desaparición

Hacía mucho tiempo que no veíamos una película de la cuál no teníamos nada de información previa: preferimos no ver el trailer, sabíamos muy poco de su trama (solo la frase gancho que aparece en su poster) y parte del elenco que la integraba. Gran decisión para dejarse sorprender durante más de dos horas, de las cuales el director de Bárbaro, Zach Cregger, se toma gran parte del metraje para preparar una olla a presión que revienta en sus últimos 15 minutos.

Para quienes sí quieran saber de qué va la historia antes de ir al cine, la peli protagonizada por Josh Brolin, Julia Garner, Alden Ehrenreich, Austin Abrams, Cary Christopher, Benedict Wong y Amy Madigan, se centra en la desaparición de 17 niños de una misma clase del colegio de Maybrooke. Sin explicación aparente, todos se despertaron a las 2.17 de la madrugada, salieron de sus casas y corrieron hacia la oscuridad sin dejar rastros. Combinando terror psicológico, dosis de humor y la opresión del «pueblo chico, infierno grande», el realizador reconstruye los hechos desde las miradas de cada uno de los personajes.

Tras la evaporación de todos los chicos, su maestra queda en el ojo de la tormenta, y una comunidad entera se queda preguntándose quién -o tal vez qué- está detrás de esta desaparición masiva. El rompecabezas que propone Cregger en su doble rol de director/guionista es, sin dudas, uno de los tantos aciertos de La hora de la desaparición. No hay un momento en donde el relato flaquee, por el contrario: cada nuevo capítulo se vuelve más breve y vertiginoso, llevándonos a un desenlace que pone los pelos de punta. Siempre lo decimos: cuánto más nos asusta aquello que no vemos e imaginamos que habita en la oscuridad, que el miedo explícito refregado en la cara. Una propuesta destacadísima, de un director que ya nos había conquistado con su proyecto anterior y que desde este jueves 7 de agosto llega a todos los cines del país.

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