Superman

La primera película de DC Studios y la que marca el reinicio del universo de personajes históricos del sello cómic, llegó a nuestro país en funciones de preestreno durante el feriado del 9 de julio y hoy ya puede verse en los cines de toda Argentina. Bajo la dirección de James Gunn, a cargo de la arquitectura de esta nueva etapa del mundo DC, nos presenta a un Superman que ya lleva tres años en el ojo píblico y que acaba de perder, por primer vez, una batalla. Mientras se recupera con la ayuda de sus asisrtentes androides y de su perro (¿o solo se lo está cuidando a alguien más?), el súper hombre debe enfrentarse a un enemigo mucho más poderoso, que utiliza la tecnología de punta de la empresa de Lex Luthor para ponerse al nivel de quien hasta ahora parecía invencible. Además, el mundo de las redes sociales, el deepfake y las cancelaciones también harán que Clark Kent tenga que aprender a defenderse en modos que hasta ahora le eran desconocidos.

La sensación de ver un Superman dentro de la estética y un mundo pensado para los Guardianes de la Galaxia, por momentos se agradece y por otros termina dejandonos en off side, sin entender muy bien qué nos está pasando con la propuesta. Es una historia caótica por tramos, repleta de subtramas, personajes secundarios poco desarrollados, y con tantos elementos que por pasajes puede ser abrumadora. Pero entretiene, y es un viaje imparable de principio a fin, a pesar de esos desniveles.

No sabemos si el producto final era lo que imaginábamos que iba a suceder con un reboot del universo DC, o si esto era lo que teníamos en mente cuando supinos que James Gunn sería la mente detrás de este nuevo plan de películas y series. Pero sin dudas, el pulso contante de la historia, la química entre David Corenswet y Rachel Brosnahan y las cuotas de humor casi constantes, terminaron funcionando. Tal vez haya algunos otros detalles que en lo personal no convencieron: el Luthor de Nicholas Hoult, la incorporación por todos lados de elementos extraterrestres o el desconocimiento de personajes que se nos presentan como si fueran viejos conocidos pero que es la primera vez que los vemos en pantalla. Aún con esa sensación fluctuante en el balance final, este Superman 2025 merece ser disfrutado en el cine, como el dignísimo producto comercial que es.

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