El barrio judío de Sevilla -también conocido la Judería- fue fundado tras la conquista cristiana de la Ciudad en 1248. Fue el asentamiento de la comunidad hebrea, y conserva hoy en día un encanto especial con sus estrechas calles, patios y plazas. Es ineludible si querés conocer Sevilla. Entre los barrios Santa Cruz y San Bartolomé, en el centro histórico de la ciudad, está muy cerca de la iglesia de Santa María la Blanca y del Real Alcázar y la muralla.


Cada rinconcito tiene algo especial. Las sensaciones pueden ser variadas. Nos pasó que por momentos estábamos atravesando un pasadizo de Game of Thrones, a los 5 minutos veíamos un patio magistral desde una hendija en una puerta, después nos entreteníamos con cientos de platitos de cerámica que nos hacían acordar mucho a nuestra tía Betty y sentíamos su presencia con mucha gratitud… y también por momentos queríamos salir corriendo de cierta asfixia histórica.


Pasa eso. Los lugares tienen su historia y no todo es lindo. Pero vivir la experiencia es sumergirse y ver qué pasa por el cuerpo, algo esencial para cualquier viajero. Vivir la experiencia como una persona que atraviesa un lugar, no que le resbala estar ahí. Nuestro desafío siempre es no solo capturar el momento con el celular, sino vivirlo con el cuerpo y con el disfrute del momento único que se está experimentando. Y si no queda foto y luego nadie se entera, ¿qué? Al fin y al cabo, la experiencia es propia. Y nuestros seres cercanos (en este plano o en otro) nos acompañan y emergen entre recuerdos, aromas e imágenes.
Pueden ver más del paso por Sevilla en historias destacadas de Instagram.
